Cuento de Navidad

por Elxs Miér Jun 03, 2015 8:40 am

Cuento de Navidad
Capítulo Único

Un niño le pregunta a su hermano.

—¿Por qué llevas ese gorro rojo? Te queda fatal.

Su hermano, entre enfadado e incrédulo, deja el mando de su consola en el suelo y le responde.

—Se dice que si llevas algo rojo en Año Nuevo tendrás buena suerte para todo el año.

El niño baja la cabeza, pensativo. Piensa en esa chica, esa chica le gusta, quiere declararse, pero siempre hay un problema que se lo impide. Si fuese más afortunado eso no le pasaría.

—Si me pongo algo rojo... ¿yo también tendré buena suerte?

—Por supuesto.—responde su hermano, y vuelve a coger el mando de su consola, sin embargo se lo piensa mejor y añade-, pero no cojas nada de mi armario.—Pues su hermano tiene la mala costumbre de coger sus cosas, con o sin permiso. El niño enfurruñado abandona el salón.

Sus padres se han ido a comprar los preparativos para la cena de Año Nuevo y no volverán hasta entrada la noche. "Tiempo suficiente para encontrar algo rojo" piensa el pequeño.

El niño empieza a buscar en su armario, no hay rojo. Busca en los cajones de su mesilla de noche, tal vez encuentre algún calcetín o quizás un gorro como el de su hermano. Tampoco hay rojo. Aún así no se desanima y sigue buscando, sin encontrar nada.

Ya son las siete y aún no ha encontrado nada rojo, su suerte la da por perdida y solo sigue buscando por inercia, en toda la casa menos en la habitación de su hermano. No encuentra nada.

En un momento determinado se encuentra de cara al espejo, piensa en esa chica y se sonroja. Con curiosidad se acerca al espejo y sonríe. Sus mejillas son rojas. Ya tiene algo para Año Nuevo. No obstante la felicidad dura poco, pues el rojo de sus mejillas podría irse en cualquier momento, el miedo y la desesperación se hacen presentes, es demasiado tarde para dar otra vuelta a toda la casa. Sus padres llegarán en cualquier momento.

Una vez escuchó a un mayor decir que medidas desesperadas necesitan soluciones desesperadas. Si eso era cierto todavía tiene una solución. Abre uno de los cajones y se encuentra con las tijeras de su madre, esas que usa para cortarse las uñas. Sonríe nervioso. Ya tiene algo rojo. Algo rojo como la sangre.